El aviario, en que habrá, entre otros, pelícanos, cacatúas, loros arco iris y palomas de frutas, está formado por una estructura de acero inoxidable de más de 21 toneladas de peso, que sostiene una malla de 3.000 metros cuadrados de superficie y alcanza una altura de hasta 27 metros, lo que configura un espacio para el vuelo de 17.000 metros cúbicos.

Loro Parque cuenta, por otro lado, con una Fundación sin ánimo de lucro, centrada en la conservación de la naturaleza y el medioambiente, con especial dedicación al mundo de las aves y su protección.

APUESTA POR LAS RENOVABLES

El parque apuesta por las energías renovables y por ello dispone de un sistema de depuración y desalador de aguas, así como con una planta propia de 1 megavatio (MW) de energía fotovoltaica; próximamente habrá en marcha un nuevo proyecto que alcanzará otro megavatio más de potencia.

Asimismo, la compañía participa en la financiación del proyecto Soltén II, ubicado en el sur de la isla y que asciende a 756 kW.

En esta misma línea, Siam Park, el parque acuático inaugurado en septiembre de 2008 por el grupo Loro Parque, dispone de una desaladora propia que purifica el agua del mar para alimentar sus instalaciones. De este modo, el agua forma parte de un circuito cerrado que comienza en el mar, desde donde se extrae el agua hasta la desaladora.

El agua se filtra de modo constante, hasta 600 metros cúbicos de agua por día y, una vez terminado este proceso, se distribuye por todos los toboganes y duchas, para volver a ser recuperada y depurada para riego de la vegetación del parque.

El agua de las piscinas y atracciones del parque se calienta hasta 24 grados centígrados de temperatura durante los meses de invierno, a través de la única planta de gas natural de Canarias.

Loro Parque, que en 2008 obtuvo el certificado de Parque de la Biosfera y Embajada Animal de la Unesco, cuenta con 36 años de experiencia y es la única empresa canaria que ha conseguido el Premio Príncipe Felipe a la Excelencia Empresarial.