En declaraciones a Servimedia, López Garrido advirtió que, en cualquier caso, será el Consejo Políticoel que tenga que tomar la decisión final en la reunión de octubre, "ya que la Dirección Federal no puede tomar decisiones de ese tipo".

En la última reunión del Consejo Político de IU, celebrada el pasado mes de junio, se aprobaron las sanciones a los diputados de Nueva Izquierda, se decidió no apoyar la candidatura conjunta de Esquerda Galega y socialistas para las elecciones autonómicas, y se eliminó de los estatutos la claúsula que establecía a Iniciativa per Catalunya como única referencia de IU e Cataluña.

Todas estas decisiones se adoptaron por mayoría del 60%, lo que supuso un división efectiva de la coalición. Con el PCE alineó el Pasoc e Izquierda Republicana, mientras que los rebeldes de NI contaron con el apoyo de un buen número de independientes y de la conocida como `tercera vía'.

EL coordinador de NI insistió en el "fondo ideológico" de la crisis interna de IU, ya que, a su juicio, el PCE "sigue sin darse cuenta de que el bloque del este se hundió en 1989 y de que el mundo ha cabiado profundamente".

En su opinión, la determinación de expulsar a los sectores críticos de IU ha sido tomada "hace tiempo" por la dirección del PCE y, "a la vista de esa decisión", Nueva Izquierda será "un partido político independiente de Izquierda Unida".

La expulsión tendrá, según López Garrido, "consecuencias electorales", aunque lo más importante será que lo que quede "no será la IU que conocimos, sino una refundación comunista sobre ideas no evolucionadas, de aislamiento y enquistamiento uy sectario".

Sobre la reunión de varios sectores críticos de IU, el próximo 20 de octubre, López Garrido reiteró que el único objetivo es "desplazar a Fraga de la Xunta de Galicia" apoyando una coalición de izquierdas en esa comunidad.