Teóricamente, los canales deberán empezar a funcionar el próximo mes de enero. Cada cadena tiene ya un modelo claro de los contenidos quetendrán sus respectivas programaciones, pero aún queda saber cómo se difundirán.

"El problema es que si emites en abierto, eso perjudica a la programación convencional, y las cadenas no estamos dispuestas, y si emites en codificado hay que pagar un peaje a Canal+, que nos pide una cuota para utilizar sus descodificadores", dijo López Cid-Fuentes.

El pasado mes de julio, cuando los tres probables adjudicatarios de los canales llegaron a la conclusión de que no podían hacerse la guerra ellos mismos creando programaciones para el satélite que quitasen audiencia a la actual oferta, quedó claro que la mejor solución era codificar esa señal.

Canal+ hizo un presupuesto para la adaptación de sus infraestructuras a la codificación de la señal de satélite y posterior reconversión en imágen en la pantalla doméstica, pero las otras cadenas consideraron excesivo el precio propuesto.

En este contexto, López Cid-Fuentes opina que lo que no sería recomendable en ningún caso es que cada cadena tenga su popio descodificador, "porque no hay salón de un hogar medio donde se puedan poner tantos trastos".

Sin embargo, el ex secretario general de Tele 5 está convencido de que el futuro audiovisual de programaciones especializadas está en la televisión por cable más que en las emisiones por satélite, tal como se ha demostrado en los países donde funcionan ambos sistemas.

DIRECTIVA PELIGROSA

Por otra parte, señaló que la aplicación a rajatabla de la directiva comunitaria sobre "Televisión sin frontera" será un duro golpe para las cadenas privadas que operan en España y podría producir su hundimiento comercial.

El Gobierno asegura que la trasposición de la directiva está a la vuelta de la esquina y podría ser aprobada en cualquier Consejo de Ministros, quizás antes de que termine noviembre, pese a que las restricciones que impone la CE en materia de publicidad televisiva son inadmisibles para las cadenas españolas.

Tanto Tele 5 como Antena-3 y TVE, expresaron la semana pasada su disconformidadcon la aplicación estricta de esa normativa en España, aduciendo que en los otros países miembros no se ha llevado a sus últimas consecuencias y apelando a la flexibilidad que la CE concede a cada Estado.