El titular de Justicia declaró en la Ser que con esta ley "se ha producido un descenso porcentual significativo del número de muertes". "Está empezando a cumplir sus efectos porque el mensaje que se ha emitido ha sido sostenido y muy potente", remarcó.

Sin embargo, manifestó que la protección "al cien por cien" de todas las mujeres amenazadas "no está al alcance de los poderes públicos". "Cada muerte nos golpea, pero nos llama la conciencia", aseguró el ministro, para quien no basta con el endurecimiento de las penas que ha traído la ley.

A su juicio, hace falta trabajar en la prevención a través de la educación en valores y en la involucración de todos los ciudadanos en el problema, para que denuncien cualquier caso de amenaza que conozcan en su entorno.

"Hace falta una toma de conciencia generalizada en la sociedad de que la violencia es intolerable y no puede ser una opción; no puede haber violencia, por grave que sea la tensión en la convivencia", señaló.