El estudio pone en cuestión otros anteriores ue destacaban la importancia de la nutrición y el estilo de vida en personas que alcanzaban los 100 años de edad. Para obtener pruebas que avalasen la teoría de que ser longevo puede ser cosa de familia, el profesor Perls examinó los árboles genealógicos de tres clanes americanos que tenían un historial abultado de casos de miembros que habían superado los 90 años de vida.

Los científicos comprobaron que sólo había un 10 por ciento de probabilidades de que un miembro de una familia pudiera sobrevivir or encima de los 90 años en el siglo XIX, a pesar de lo cual uno de estos clanes, establecido en la zona de New Hampshire, contaba con hasta 9 personas que habían superado la citada edad. En otra de las familias, el 50% de los 46 miembros que la formaban habían fallecido entre los 90 y los 106 años.

Perls y su equipo están más convencidos ahora de que la genética juega un papel preponderante cuando se trata de longevidad, a pesar de que otros entendidos se decanten más por la importancia de factores mdioambientales, el modo de vida y la alimentación.