El problema estaba en el cuello de algunas botellas y fue detectado por una investigación interna de la multinacional, tras la que se ordenó requisar algunas partidas que llevaban dos semanas a la venta.

Representantes de Heineken han reconocido que el archipiélago recibió part de estas botellas con vidro en su interior, aunque tan sólo son dos los lotes, de los que se tienen sus códigos, por lo que se han podido requisar con facilidad dichas partidas.

Los códigos de los lotes afectados van marcados debajo de la inscripción de "consuma preferentemente antes de", y corresponden a los números 3211 y 3214, que ya han sido localizados y retirados de mercado, según dicha compañía que vende esa cerveza a más de cien países.