Llamazares transmitió a Rubalcaba su preocupación por la actitud que mantiene el Gobierno en relación al "cruce de acusaciones, el ruido mediático y político, y las posibles actuaciones que puedan dar pábulo a las teorías conspirativas puestas en marcha en relación a los atentados terroristas del 11-M".

Asimismo, recordó al ministro que el Ejecutivo "está obligado a mantener una postura firme, clara y transparente en este asunto, sin caer en presiones ni provocaciones partidistas interesadas, ni propiciar malentendidos que sólo servirían para desviar la atención de la verdad y la realidad de los hechos".

"Esto debe ser así, en primer lugar, por el respeto que todos los partidos y grupos parlamentarios, y en lugar destacado también el Gobierno, debemos a las víctimas y a sus familias de esta masacre terrorista perpetrada por islamistas radicales", explicó el líder de IU.

En segundo término, prosiguió, "la actuación del Gobierno debe ir encaminada a preservar y no entorpecer la escrupulosa investigación que lleva a cabo la Audiencia Nacional, que abarca tanto al trabajo paciente del magistrado encargado del caso, como de la Fiscalía de esta instancia judicial".

"Caer en el seguidismo de quienes airean públicamente piezas del sumario convenientemente sacadas de contexto, o impulsan estériles debates sobre piezas del sumario convenientemente sacadas de contexto", concluyó, "sólo va en beneficio de quienes quieren sacar réditos políticos o justificar sus errores y mentiras sin importarles que se sepa quién organizó y perpetró esta masacre".