El candidato alternativa, Enrique Santiago, rehusó entrar en la negociación para formar parte de la Permanente, en la que Felipe Alcaraz obtuvo un cargo de responsabilidad, el de coordinador de relaciones políticas, y Willy Meyer, el de coordinador del área internacional.

En cambio, otros promotores de listas opuestas a Llamazares quedaron como vocales, como es el caso de Sebastián Martín Recio, Manuel Monereo, Ginés Fernández o Susana López, que denunciaron la falta de representatividad de este órgano.

Llamazares aseguró que, tras su ratificación, no se siente "ni humillado ni ofendido, sino orgulloso del debate, de la mayoría y de la pluralidad de la organización", y expuso su propuesta para el órgano de dirección más reducido de IU, con responsabilidades Ejecutivas.

Esta Permanente es fruto de "un acuerdo de mínimos, no goza del acuerdo" de toda la organización, pero está abierta a modificaciones e integraciones que permitan mejorar "la representatividad y carácter plural y federal" del órgano más reducido de dirección.

Confió en que la Permanente "imperfecta" y el "acuerdo de mínimos se convierta en acuerdo de máximos en los próximos meses", y se mostró convencido de que esta reunión garantiza la "buena convivencia" en el seno de IU y su "relanzamiento" de cara a la sociedad.

El Consejo Político de Izquierda Unida eligió a primera hora de la tarde, con un 97 por ciento de los votos, la propuesta de Presidencia acordada por las candidaturas de Gaspar Llamazares, ratificado como coordinador general, y Enrique Santiago, que es proporcional al apoyo de ambas listas.

En su discurso ante el Consejo, Llamazares animó a dialogar y consensuar el plan de acción y las propuestas políticas "diferenciadas" para ampliar el "espacio social y electoral de IU" y que se "recupere la vitalidad desde la articulación del tercer espacio para hacer más coherente el espacio electoral y el social".

SUPERAR DIFERENCIAS

"Superemos nuestras diferencias, consigamos relanzar el proyecto y hagamos compensar ese espacio social con el espacio electoral", agregó, para lo que se requiere realizar "una oposición exigente al Gobierno socialista desde la perspectiva social, ecológica y federalista".

A su juicio, IU tiene capacidad para desarrollar sus iniciativas e influir en las políticas de izquierdas, empezando por oponerse a una Europa "amurallada" y "subordinada a Estados Unidos", para promover una Europa social "pacífica y democrática que se oponga a la guerra y se oponga a Bush".

Además, confirmó que se ha logrado una posición de consenso en torno a un modelo federal que facilita la convivencia entre los nacionalistas y no nacionalistas y de los vascos con los españoles, porque "no necesitamos frentes, queremos, desde la diferencia, debatir y confrontar" con la propuesta conocida como "plan Ibarretxe".

"No es tiempo de frentes, no es tiempo de confrontación, y no es tiempo de nacionalismos", sentenció, sino de encabezar la defensa del desarrollo federalista del Estado.

Por otro lado, reiteró la necesidad de impulsar la agenda social, reforzar el Estado de bienestar y la política de atención pública a la dependencia, no un sistema mixto que recaiga en lo privado, sino un derecho universal financiado con cargo a la Seguridad Social o a los Presupuestos.