En un comunicado, Llamazares explica que "nadie puede cuestionar cómo decide cada ciudadano canalizar su ahorro, pero esto no tiene por qué suponer que los sistemas privados que satisfacen complementos a una pensión pública sean incentivados fiscalmente".

En opinión del líder de IU, el sistema público de pensiones se garantiza y defiende cuando se mantiene el carácter complementario de los planes privados. Pero una normativa cada vez más permisiva y favorable hacia las pensione privadas pone en cuestión el sistema público.

Además, un tratamiento fiscal favorable hacia el sistema privado conduce a una reducción de los recursos públicos y los beneficios fiscales favorecen en mayor medida a las rentas más elevadas.

Llamazares recuerda que en los Presupuestos Generales del Estado para el 2002 se destinan más de 1.200 millones de euros a estimular los planes privados, cantidad que año tras año va en aumento por la firme voluntad del Ejecutivo de incentivar fiscalmente estasfórmulas de ahorro.