Llamazares indicó que el primer año de Gobierno del PSOE es "un año de luces y sombras", con algunas rectificaciones a la política del anterior Ejecutivo en materia de política exterior y derechos civiles, pero un año en el que "no se ha puesto en marcha un verdadero programa político de izquierdas ni una política de alianzas en el seno de la izquierda".

"Se echa de menos esto, porque el Gobierno no puede vivir de las rentas, sino de un programa de futuro", indicó Llamazares, para quien "da la impresión de que el impulso de cambio se agota en el PSOE". Por ello, emplazó a este partido a que recupere sus compromisos progresistas y de cambio que parece que ha olvidado en un año de legislatura.

En su opinión, el PSOE se mueve entre el cambio y el continuismo y "hay que darle un empujón para el cambio", empujón que también está convencido de que le darán los sindicatos; porque, de no ser así, "podemos estar en un punto de inflexión de una política de cambio por una continuista".

Para Llamazares, el principal déficit del Gobierno tras un año en el poder es que "no tiene una política alternativa, no tiene una política de izquierdas y continúa con la política del PP", cuando la prioridad, a su juicio, debe ser una nueva política de izquierdas que favorezca a la mayoría de los ciudadanos, dentro de la cuál la política fiscal dijo que es fundamental.