LISSAVETZKY PROPONE A INTERIOR MEDIDAS PARA COMBATIR A LOS GRUPOS ULTRA QUE GENEREN RACISMO O VIOLENCIA EN EL FÚTBOL
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El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, propuso hoy al Ministerio del Interior que ponga en marcha un programa de actuaciones encaminado a la combatir o desarticular a los grupos ultra que generen actitudes violentas, racistas o xenófobas en los estadios de fútbol.
Representantes del Ministerio del Interior y del Consejo Superior de Deportes se reunieron hoy en Madrid para abordar el racismo en el deporte, un problema puesto nuevamente en evidencia por los gritos racistas contra el azulgrana Samuel Eto'o en el Zaragoza-Barcelona del pasado sábado.
En declaraciones a los periodistas tras la presentación del equipo paralímpico español que acudirá a los Juegos de Turín, Lissavetzky afirmó que el CSD aprobó en marzo del año pasado un Protocolo de Actuaciones contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Fútbol, con 31 puntos que suscribieron todos los clubes.
A partir de aquí, Lissavetzky señaló que otras medidas necesitan de la colaboración del Ministerio del Interior, como "la desarticulación de los grupos ultra, que están organizados y muchas veces son los inductores, los catalizadores y los generadores de esos gritos o actitudes que a veces se extienden por determinadas zonas del graderío".
Además, el secretario de Estado para el Deporte pidió la ayuda de Interior para combatir a los grupos radicales que, en algunas webs, "se han apropiado de los símbolos de determinados clubes sin su conocimiento y que están lanzando mensajes de violencia, de racismo, de xenofobia, etcétera".
"No se pueden tener guardados símbolos racistas, xenófobos, fascistas ni nazis en ningún estadio de fútbol. No se puede hacer ninguna contemporización con ningún grupo ultra de estas cateractísticas", reiteró.
Otro de los temas que Lissavetzky también quiere poner en marcha es proponer a la UEFA que se cree un premio a la hinchada menos xenófoba o racista que dé derecho a participar en competiciones europeas.
Lissavetzky precisó que el racismo y la xenofobia en el fútbol "no se soluciona de la noche a la mañana, no existe la fórmula mágica y no me vale decir que son unos pocos, que posiblemente sí, y que en otros países también ocurre. Desde el Gobierno, vamos a exprimir al máximo la legalidad vigente para que se sepa que esto va en serio. No vamos a dar ni un paso atrás y si podemos meter más velocidad, la meteremos".
(SERVIMEDIA)
28 Feb 2006
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