El parlamentario conservador acusó al Gobierno regional de no cumplir los plazos, ya que en un primer momento dijo que el estadio se terminaría en 1992 y de gastar más de lo presupuestado. "De los 4.500 millones previstos se ha pasado a 9.000 millones", puntualizó.

Añadió que los gastos de la instalación deportiva son superiores a los destinados por la CAM al plan trienial deportivo y que si el acceso a est zona deportiva es libre habrá que destinar fondos supletorios a su mantenimiento.

"Usted miente o no sabe sumar" fue la respuesta dada por Lissavetzky a las acusaciones del PP durante su comparecencia hoy ante la comisión de Educación y Cultura de la Asamblea de Madrid para informar del estado de las obras del Estadio de Canillejas.

Tras recordar que Madrid y Tirana, capital de Albania, son las dos únicas capitales de Europa que no disponen de un estadio de atletismo en condiciones, Lissavetzky cusó a Soler Espiauba de "demagogo" por decir que con el presupuesto previsto para Canillejas se podría hacer otras muchas instalaciones de barrio.

"Me parece bien que usted y su grupo político critiquen la gestión de las obras, pero no comparto las críticas a la concesión del estadio necesario a todas luces", subrayó el consejero.

Sobre el coste de las obras de canillejas el consejero precisó que el presupuesto de 1988 era de 5.800 millones y cuando estén concluídas las obras éstas habrán costad unos 7.500, de los que habrá que descontar uno 1.200 millones destinados a movimientos de tierra y acondicionamiento de espacios libres, por lo que el precio total de la construcción deportiva ascenderá a 6.300 millones de pesetas.