La primera impresión de los servicios de la Cámara es que la ausencia de grabación se debió a un "fallo técnco" de la empresa consesionaria que realiza esta tarea desde hace más de diez años en el Congreso.

Trillo sale así al paso de las acusaciones de la oposición, que le responsabilizan de que no haya documento sonoro de esa parte de la reunión.

La Presidencia del Congreso reconoce que la parte secreta de la comisión de investigación del día 29 de julio no se grabó "por un error de los servicios técnicos que está siendo investigado".

No obstante, fuentes de la presidencia puntualizaron que esos ervicios reciben instrucciones de la propia comisión y no del presidente del Congreso, como insinúan PSOE e IU.

Fuentes de la Presidencia del Congreso también respondieron a las preguntas de la oposición que quiere saber en qué basa su decisión de no anular la sesión si no existe una grabación de su desarrollo.

Argumentaron que Trillo escuchó previamente a su decisión al presidente de la comisión de investigación y tomó como base de lo ocurrido el acta de la sesión redactada por el letrado de la ámara.

En cualquier caso, la existencia o no de esa grabación no afectaría en ningún caso a la "pretendida nulidad de la votación", porque el argumento en el que se basa la oposición es la falta de quorum.

Esa falta de quorum no se dio, según el propio Trillo, que en su escrito de respuesta a la petición de nulidad de la sesión hecha por la oposición, que les remitió el pasado 9 de agosto, decía que de acuerdo con el voto ponderado de cada grupo la ausencia de los diputados de IU y PSOE no signifcaba falta de quorum.

En ese escrito, Trillo llama la atención sobre el hecho de que en la constitución de la comisión se estableció que los acuerdos se tomaran por voto ponderado, es decir, de acuerdo con la proporción de cada grupo parlamentario en el pleno del Congreso y, por tanto, PSOE e IU no cuentan con mayoría suficiente para que su ausencia represente falta de quorum.