Colisur 2000, propiedad de los hijos del ex director del Fondo Español de Garantía Agraria (FEG) Nicolás López de Coca, y Colino, vinculada al ex director financiero de Mercasa Gonzalo Ruiz Paz, que presentó su dimisión al estallar el escándalo, no pueden transformar lino en dos años.

La tercera empresa afectada es Celytex, que junto a Colysur 2000 y Colino vieron retirada su licencia "a consecuencia de las graves irregularidades detectadas en el proceso de transformación" y en su contabilidad en la campaña 1998-1999, según el Gobierno de Castilla-La Mancha.

En un informe de la Consejería e Agricultura de esa comunidad se aseguraba que las tres transformadoras presentaban "diferencias y desajustes entre los libros contables y la transformación del lino", y se constató su "incapacidad técnica" para transformar la cantidad de producto que declaraban.