El dato de enero casi duplica el descenso global de la licitación oficial a lo largo de todo 1991, cuando se elevó a 1,5 billones de pesetas, un 32 por cien menos que en 1990, con caídas del 42 por cien en la Administración central, del 36 por cien en la local y del 12 por cien en la autonómica.

La licitación oficial (que es el principal indicador de las obras públicas que estarán en funcionamiento dentro de dos o tres años) están cayendo n casi todos sus renglones, desde la vivienda a las carreteras. En 1991, sólo se salvaron los equipamientos sociales, especialmente por la construcción de instalaciones docentes.

Según Seopan, la caída de la licitación oficial compromete la potenciación de las infraestructuras de cara a la competencia del mercado único sin fronteras de 1992, además de afectar a los resultados de las empresas en este ejercicio.

Sus previsiones indican que la producción del sector tenga un crecimiento negativo en 192, por primera vez desde 1984, de entre un 1 y un 2 por ciento, que se traducirá en una caída del 6,5 por ciento en obra civil, y en un aumento de sólo un 1,5 por cien en edificación.

El aumento de la edificación se basará en un crecimiento del 2 por ciento en la construcción no residencial y del 6 por ciento en las obras de reparación y mantenimiento, ya que la construcción de viviendas disminuirá un 3 por cien. Las comunidades más afectadas serán Canarias, Baleares, Andalucía, Extremadura y Castill La Mancha.

En enero, la ralentización de la actividad constructora también se tradujo en un descenso del consumo de cemento, que en el primer mes del año fue de 2.036.100 toneladas, un 12,6 por cien menos que en enero del 91.

EL COSTE DE LA CONSTRUCCION

Por otra parte, los costes del sector de la construcción aumentaron en 1991 sólo un 3 por ciento, al compensar las empresas el incremento salarial superior a la inflación con el moderado crecimiento de otros factores, según datos de la Confederción Nacional de la Construcción (CNC).

Concretamente, el coste de la energía utilizada disminuyó en cerca de dos puntos, el cemento en más de uno y los productos siderúrgicos en alrededor de 9. También recortaron los costes de productos cerámicos y otros materiales.