Piñeiro, que compareció en la subcomisión parlamentaria que estudia el coste de los manuales escolares, declaró que la gratuidad "indisciminada" "tendría buenas dosis de injusticia".

A su juicio, habría padres que se limitarían a conseguir libros gratis para sus hijos y otros que tendrían más recursos y podrían adquirir otros materiales complementarios.

El responsable del Consejo Escolar consideró que es más justa la estrategia del Gobierno de aumentar progresivamente las ayudas para las familias con menos ingresos. Asimismo, opinó que debe hacerse todo lo posible para evitar desigualdades territoriales entre regiones y entre zons rurales y urbanas.

En la ronda de comparecencias de hoy ante la subcomisión, la última de las previstas inicialmente, también figuró el responsable de la Fundación del Hogar del Empleado y miembro del Consejo Escolar del Estado, Roberto Rey.

Defendió la gratuidad no sólo de los libros de texto, sino también de los materiales complementarios como los cuadernos y los bolígrafos.

Rey admitió que existen dificultades presupuestarias y que la gratuidad generalizada no es viable en estos momento. Por eso, abogó por que se apruebe primero para las zonas rurales y después para los centros públicos y concertados. En un segundo paso, consideró que deben ser gratis los libros de asignaturas básicas y después los de materias optativas.