Según explicó el propio Grimaldos, el objetivo esencial de esta obra ha sido reflejar que "detrás de la aristocrática millonaria que actúa con aire arrabalero se esconde un plan sistemático de saqueo de lo público".

Para el autor, Aguirre es "una elocuente muestra de cómo funciona la práctica del amiguismo a costa del dinero público pisoteando la legalidad, como evidencia el 'caso Gürtel'".

Indicó que la presidenta madrileña cuenta con una mayoría absoluta que le permite no dar explicaciones sobre asuntos espinosos, como el del espionaje a responsables de la política autonómica y municipal, ya que su "número dos", Ignacio González, el "capo di tutti capi", se ha encargado de blindar las comparecencias.

En ese escenario, añadió Grimaldos, el PSOE madrileño "cacarea" contra las privatizaciones del Gobierno Aguirre, pero se abstiene a la hora de votar en la Asamblea regional sobre esos asuntos.

LIBERALISMO

Este periodista, que cree que el liberalismo de la presidenta "consiste en estrujar el erario público", sostiene que "ha creado en torno a ella un poderoso clientelismo colocando a los damnificados del 14 de marzo de 2004" (fecha de las elecciones generales).

"Es una liberal que siempre ha vivido del dinero público, como funcionaria y en cargos políticos", dijo Grimaldos durante la presentación del libro.

El autor de "La lídereS.A." concluye que Aguirre es "una política correosa y peleona con un control absoluto del Gobierno regional", que "maneja el partido, la televisión autonómica y las listas electorales".

"Los que trabajan con ella dicen que es muy despótica y la temen", subrayó. "Quiere imponer su criterio en cosas técnicas de las que no tiene la más mínima idea y nadie se atreve a replicar".

Por su parte, Moncho Alpuente, autor del prólogo de la obra, que se confiesa "abducido y obsesionado" por Aguirre, considera que la presidenta madrileña "ha sido la ministra de Cultura más inculta y la presidenta del Senado que menos ha sabido" de la Cámara Alta.

Tras recordar que conoció a Aguirre en un bar "muy pijo" de Malasaña, llamado "Virgo", a principios de los setenta, al que acudía en compañía de su actual marido, Alpuente indicó que el libro de Grimaldos es inatacable, porque se ajusta estrictamente a lo que han dicho sus protagonistas y no hay nada inventado.