En declaraciones a Servimedia, Liaño aseguró que su primer sentimiento tras conocer la noticia de su indulto fue la de "gratitud", no sólo hacia el Gobierno, sino ambién para todos los ciudadanos que le han apoyado en los últimos meses y le han pedido que regrese a la carrera judicial.

El magistrado valoró que su indulto haya llegado conjuntamente con el de otras 1.400 personas, para demostrar que "ha seguido su normal cauce", como el de cualquier penado.

Para Liaño, lo más importante de la medida de gracia es que "me da la oportunidad de hacer lo que he hecho siempre y que, además, creo que lo he hecho con dedicación y sacrificio".

En este sentido, isistió en que siendo adolescente, estudiante, juez e incluso apartado de la carrera judicial, su idea era la de "morirme como juez". "Lo único que deseaba en este mundo era irme de él siendo juez", enfatizó.

SUFRIMIENTO

Respecto a su futuro, aseguró que se reincorporará a la tarea judicial "después de un periodo de reflexión" y que lo hara en cualquier juzgado. "Me da lo mismo dónde porque un juez es igual, ejerza donde ejerza", dijo.

Sobre la imposibilidad de regresar a la Audiencia Nacional, ecordó que él mismo lo había pedido reiteradamente. "No es bueno que un juez vuelva allí donde sufrió y padeció y donde pasaron ciertas cosas", lamentó.

Liaño recordó que, aparte del indulto, está pendiente la resolución de un recurso en el Tribunal Constitucional contra la sentencia "no ajustada a derecho" -según dijo- del Supremo, que le condenó a 15 años de inhabilitación para desarrollar el cargo de juez.

Finalmente, preguntado por el libro de la periodista Pilar Urbano, donde el juez Baltasa Garzón relata ciertos episodios del "caso Sogecable" en los que participó Liaño, aseguró que "de momento no debo valorarlo".