Según Shine, la fricción entr dos capas distintas de agua producida a 40 metros de profundidad es la responsable de que en la superficie del Lago Ness haya repentinas olas sin causa aparente y cuyo movimiento puede ser registrado en sónar, lo que hasta ahora había sido utilizado como prueba de la existencia del monstruo, informa "The Independent".

Shine, un investigador de 50 años que ha dedicado los 25 últimos a estudiar la leyenda, explica que en el fondo del lago se encuentran dos corrientes de agua con distintas temperaturas,una cálida y fluctuante en un margen y la otra fría y estable. Por las leyes propias de la dinámica de fluidos, este encuentro produce una turbulencia que llega hasta la superficie y que el viento convierte después en una ola similar al lomo de un gran animal.

"Incluso para un observador perfectamente racional, la ola parece el perfil de una criatura nadando contra las corrientes del lago", explica Shine, quien añade, quizás para seguir alimentando la leyenda a la que ha dedicado su vida, "que esta tería no explica absolutamente todo, por lo que cada uno puede seguir teniendo su propia opinión sobre la existencia de 'Nessie'".