"Este tipo de situaciones", explicó Urra, "con el máximo de los respetos, dispara la alarma social y la sociedad se pone totalmente en contra de la Ley del Menor, pero creo que cabría otro tipo de actuaciones para que la menor, que ha sido juzgada y condenada, y hasta que cumpla sentencia, permanezca en un centro bajo tutela".

Iria, una de las dos menores que mataron en San Fernando (Cádiz) a su cmpañera de instituto, ha sido puesta en libertad como consecuencia de la apelación presentada por su abogado, ya que la Ley del Menor determina que no debe permanecer en la cárcel hasta que no se resuelva el recurso.

A juicio de Urra, "la situación es peligrosa, tanto para la menor que ha cometido el delito como para la víctimas, ya que genera una repulsa terrible en la ciudadanía, que se vuelve en contra de una ley (la del Menor), que lo que pretende es educar e integrar socialmente a los jóvenes quehan cometido algún delito".

Para Urra la nueva ley es muy educativa y pone el énfasis en el equipo técnico, en los psicólogos, en los trabajadores sociales y en los educadores, tanto para que hagan diagnóstico como para que practiquen un seguimiento posterior de la medida aplicada.

En este sentido, opinó que la ley es "imaginativa en las respuestas; desjudicializa, no olvida a la víctima y habla mucho de libertad vigilada y de trabajo en beneficio de la comunidad".