Jáuregui respondió también a las acusaciones del 'lehendakari' Ardanza, que aseguró tener más confianza en el PSOE que en los socialistas vascos, a quienes acusó de chantaje y falta de respeto.

El dirigente socialista vasco pidió a Ardanza "serenidad y más coherencia" y que "se comport como 'lehendakari' y no como dirigente de un partido". Jáuregui aseguró que las declaraciones de los últimos días de Ardanza parecen obedecer a un acto de escenificación, explicable por un "comportamiento partidista".

El líder socialista volvió a reiterar que antes de principios del próximo año puede lograrse un acuerdo sobre un paquete de 20 transferencias, de las 54 que tiene pendiente la Comunidad Autónoma Vasca, aunque para que se lleve adelante esta negociación reclamó "una actitud más pragmátic, más realista y huir de actitudes maximalistas", porque, a su juicio, esta actitud lleva al fracaso.

Respecto a la ruptura de las conversaciones entre PNV y PSOE y la voluntad de los nacionalistas que constituirse como oposición, Jáuregui subrayó que estas situaciones sólo benefician a los radicales y no contribuyen a la estabilidad y a la definición del horizonte de futuro necesarios para conseguir la recuperación económica.

Aunque la situación entre los socialistas y los nacionalistas vascos e delicada, Jáuregui, al igual que en su día manifestaron los nacionalistas, no considera que haya afectado o vaya a afectar al Gobierno vasco, en el que ambos son socios.