En una rueda de prnsa que convocó esta mañana en Madrid, Piñeiro denunció que uno de los puntos más polémicos de ese proyecto legal, la posibilidad de que la policía pueda acceder a los domicilios particulares sin orden judicial, "ya se venía haciendo en la Guardia Civil", aunque explicó que esto era considerado como una "extralimitación del poder del mando", según el Código Militar.

Después de sujetar con los dientes su D.N.I, para decir que "lo vamos a tener que llevar así" en caso de que el Parlamento apruebe la llaada "ley Corcuera", aseguró que "es el juez el encargado de dirigir las acciones contra la delincuencia y no el Gobierno", para agregar que "se está volviendo a los tiempos más duros de la época franquista".

"La 'ley Corcuera' es una mala gestión del Gobierno actual, porque somos el país que más policías tiene del mundo y, sin embargo, los ciudadanos protestan por inseguridad ciudadana", agregó el dirigente sindical.

"FRACASO ROTUNDO"

Por todo ello, Piñeiro resaltó que tanto la gestión del Ejectivo, como el propio texto del proyecto presentado por el ministro Corcuera, les merecen el calificativo de "fracaso rotundo".

El dirigente del SUGC explicó que la razón de que los ciudadanos se vieran desprotegidos obedece a que la Benemérita es un Cuerpo infrautilizado, puesto que ejercita labores que no son de su competencia: "está al servicio de los mandos de la Guardia Civil", precisó.

Acerca de la banda terrorista ETA, definió como un contrasentido el que el Gobierno negociara con los terroistas, mientras que "a los guardias los mete en la cárcel. Que meta a los etarras en la cárcel, que nosotros no tenemos la manos manchadas de sangre y si las tenemos, será por recoger a nuestros compañeros muertos".

Piñeiro advirtió que si las autoridades no acaban pronto con la presión que vive el instituto armado, la situación va a "estallar" de un momento a otro.

El presidente del SUGC, Joaquín Parra denunció también el constante ingreso de guardias civiles en centros psiquiátricos (cifró en 20 el número de compañeros hospitalizados de ese modo) sin motivo aparente, y señaló que él mismo y Piñeiro habían sido objeto de estas acciones.

Parra agregó que "hay casos de compañeros que se han quedado por el camino", y señaló que "el Defensor del Pueblo ha hecho caso omiso de nuestras reivindicaciones, porque debe ser el defensor del Gobierno".

En la misma reunión informativa, Parra presentó unos documentos en los que el presidente del Tribunal Especial Psiquiátrico escribe que "en relaciónlos expedientes que nos viene remitiendo esa Dirección General de Personal del Ministerio de Defensa..", "que algunos vienen sin ninguna información clínica de origen militar o incluso civil".

Para manifestar su "desagrado por las condiciones de vida y trabajo en la Guardia Civil", el sindicato anunció su intención de no acudir a los actos conmemorativos de la festividad de la Patrona del Cuerpo, previstos para este próximo día 12 de octubre.

REIVINDICACIONES

El presidente del SUGC aprovechó l reunión para prestar públicamente, de modo simultáneo con las veinte ruedas de prensa que el sindicato clandestino realizó en distintas comunidades autónomas a la misma hora, su tabla de reivindicaciones.

Entre ellas, destaca el desarrollo del Reglamento Orgánico y de Servicio de la Guardia Civil, "previsto en el título preliminar de la aprobada Ley Orgánica del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil, que deberá regular el régimen de horarios de servicio, que no superará las 37 horas semanales, esablecidas por otros cuerpos de policía".

También reclaman el reconocimiento del derecho de asociación profesional y a la negociación de convenios colectivos, que establecerán las retribuciones que correspondan por horas extras realizadas, servicios nocturnos y días festivos.

"Consideramos esas reivindicaciones como derechos mínimos para la democratización del Cuerpo" y "ofrecemos al Gobierno nuestra colaboración para solventar los graves problemas existentes en el seno de la Guardia Civil", conclye el escrito que contiene las peticiones del sindicato.