En la apertura de un encuentro sobre la Ley de Calidad organizado por la patronal de centros religiosos FERE y la confederación católica de padres, CONCAPA, la secretaria general de Educación se refirió a diversos aspectos de las medidas socialisas.

Destacó la propuesta que hace el principal partido de la oposición de establecer a partir de Tercero de la ESO programas de diversificación curricular para el alumnado con mayores dificultades de aprendizaje.

A su juicio, esta diversificación produce "marginación", ya que crea "un sistema dual que separa en un segundo nivel a unos alumnos, que no tendrán posibilidad de regresar a los grupos ordinarios" de sus compañeros más avanzados.

En su opinión, la apuesta que hace el PSOE por incremntar el número de materias optativas también es errónea y el modelo de itinerarios propugnado por el Ejecutivo es más ordenado y ofrece a todos los alumnos las mismas garantías de continuar las diferentes vías de educación postobligatoria.

En cuanto al primer ciclo de la Educación Infantil (0-3 años), opinó que no puede tener un tratamiento "sólo de las instituciones educativas", sino que deben ser otros ámbitos de gestión los que se hagan cargo del cuidado de estos niños.

Couso agradeció al PSOEque en su propuesta haya aceptado que la ESO pase a organizarse por cursos y no por ciclos, "después de muchos años de sensibilización", así como la aproximación de posiciones que ha habido por parte de diversos sectores a la supresión de la promoción automática defendida por el Gobierno.

En su discurso, la secretaria general de Educación ensalzó la "denuncia valiente" que ha hecho el profesorado de los problemas actuales del sistema educativo, "en contra de sus propios deseos de exhibir lo mejor", yaque han contribuido a sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de impulsar reformas.

Couso dijo que ha resultado doloroso para el ministerio escuchar críticas de que hace "catastrofismo" con el sistema educativo, cuando mucha gente se ha dado cuenta después de que no se puede cerrar los ojos a los índices de fracaso escolar que han puesto de manifiesto reiteradas evaluaciones internacionales a los alumnos españoles.