A su juicio, "no responde, ni coherente ni eficazmente, a la necesidad de cambio, mejora y calidad de los sistemas educativos de las diferentes Comunidades Autónomas y tampoco responde a las necesidades de formación y socialización de nuestros jóvenes". Entiende la consejera vasca que este proyecto permite la adaptación del sistema educativo a los cambios que está experimentando la sociedad. Así, defiende unos parámetros de calidadque "nada tienen que ver con los postulados de la Ley".

"Entendemos", continuó Iztueta, "que Calidad es valorar a las personas, integrar, dar confianza, responsabilidad, fomentar la cooperación, el trabajo en equipo, trabajar la diversidad y potenciar la cercanía. Calidad es valorar la participación democrática de tods y cada uno de los miembros de la comunidad educativa y fomentar los valores y actitudes que vayan en esta línea".

Indicó también que el Estado de las Autonomías supone la aceptación de una realidad plural, y en este sentido insistió en que "una mejora de la educación vasca sólo puede venir de la mano de una Ley Básica de Mínimos que garantice que cada Comunidad Autónoma pueda dar una respuesta eficaz a las necesidades formativas de su entorno".