Del Castillo defendió el proyecto ante el pleno del Senado, que hoy debatió el dictamen de la Comisión de Educación. Los grupos de la oposición han presentado sin éxito en la Cámara Alta siete propuestas de veto y unas 1.300 enmiendas.

La ministra se enorgulleció de pertenecer a un partido que, en su opinión, ha dejado a un lado el coste político que le podía acarrear la ley, y ha promovido "con responsabilidad, rigor y honestidad" una reforma que responde a las demandas actuales delsistema educativo.

A su juicio, la LOCE viene a aportar al mundo educativo "una gran dosis de sentido común" desde cuatro principios básicos: inclusividad, cualificación, flexibilidad y apertura del sistema.

Del Castillo reiteró su convencimiento de que ha habido el diálogo suficiente en torno a la ley. "La ley es el producto de un debate con todos aquellos que han entendido la expectativa de que era necesaria una reforma. Quienes no han querido debatir, no han dado ninguna opción. Han dicho no, o y no".

Para Manuel Fernández Zanca, del PSOE, el Gobierno se ha cerrado en banda y no ha querido escuchar el clamor social para que diera marcha atrás en el proyecto.

Los socialistas sostienen que la ley beneficia a la enseñanza privada, perjudica a los alumnos con más dificultades de aprendizaje y carece del debido paraguas presupuestario.