Desde esa fecha, sólo podrán circular los coches de las personas residentes, transporte público, servicios de urgencias y motocicletas desde las siete de la mañana a diez de la noche y los transportes de carga y descarga desde las diez de la mañana hasta la una de la tarde, según informó hoy en rueda de prensa el concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad, Pedro Calvo.

El tema que más problemas suscita es el horario que dispondrán los comerciantes para cargas y descargas. Los comercios de venta al por mayor, la mayoría regidos por ciudadanos de nacionalidad china, utilizan constantemente este servicio y ahora se encuentran con esta nueva dificultad. De hecho, varios de estos comercios han tenido que cerrar sus puertas por esta razón.

Sin embargo, Calvo recordó a los afectados que el Área de Economía les ofrecerá facilidades para abandonar la zona e irse a otras como polígonos industriales, sin "calles estrechas", mientras que "podrán permanecer en el barrio haciendo otro tipo de actividad, a lo mejor más relacionado con la venta al menor o al detalle como se hace ya en algunos comercios", dijo.

El Ayuntamiento defiende que de esta manera se reducirá la escasez de estacionamiento, la contaminación acústica, la cantidad de coches circulando y se pondrá en orden el tiempo para descargar y cargar material.

Durante la primera fase, el área estará controlada por los polícias municipales y los agentes de movilidad, que serán sustituidos en la segunda fase por unas cámaras que captarán las matrículas de los coches para saber si son o no residentes; para estos últimos habrá multa.

Los vecinos del barrio podrán pedir las tarjetas que atestigüen que son residentes en las oficinas de atención al ciudadano, a través de Internet o por teléfono. Además, el Ayuntamiento mandará un folleto informativo a los vecinos y pondrá un punto de información para todos los que tengan dudas.