Según denuncian las organizaciones de personas con discapacidad, el tamaño de las monedas no respeta sistemáticamente la progrsión lógica: a mayor valor de la moneda, mayor tamaño, lo cual dificulta su reconocimiento por parte de las personas ciegas.

La Unión Europea de Ciegos, organización no lucrativa de ámbito europeo, reclamó el pasado mes de junio a los gobiernos de los quince socios comunitarios que el diseño del euro tuviese en cuenta a los europeos invidentes y deficientes visuales.

Una comisión de expertos de la Unión Europea de Ciegos, de la que forma parte la ONCE, elaboró un informe sobre el diseño de la monda europea, con el objetivo de que ésta sea fácilmente reconocible en todas sus fracciones.

Para la Unión Europea de Ciegos, el diseño, tanto de las monedas como de los billetes, debe ser diferenciable por sus dimensiones y grosor, de manera que a mayor tamaño corresponda mayor valor. Además, los colores deben ser fuertes y muy contrastados.