"Habría que pedirle a la política de Mayor Oreja, no a la persona en sí, una mayor audacia, que en muchos casos puede ser mal comprendida por determinados sectores, pero que realmente es la que puede dar frutos", declaró la diputada nacionalista a Servimedia.

Sin embargo, elogió la actuación de titular de Interior en el tratamiento y negociación con los diferentes partidos del ámbito vasco, facilitado por su perfecto conocimiento de la situación del País Vasco, dado su anterior cargo de presidente del PP en esta comunidad.

Lasagabaster se felicitó de que la política de Mayor Oreja no se caracterice por la "rigídez y dureza", presentes en este departamento durante los gobiernos socialitas, anteriores a la etapa de Juan Alberto Belloch, como ministro de Interior.

En relación a una solucin dialogada del terrorismo, esta diputada vasca manifestó que "en algo hemos avanzado" porque, cada vez más, se defiende una solución negociada, "frente a la fuerza, que no es la solución".

"Pero para que se pueda dar este paso", continuó, "ahora tiene que haber la voluntad de diálogo, por parte de los que están cometiendo la agresión brutal de tener retenidos a José Antonio Ortega Lara y Cosme Delclaux, con su liberación. Este sería un paso definitivo para poder alcanzar una vía de diálogo".

A s juicio, el acercamiento de los presos, no sólo los de ETA, a cárceles próximas a sus lugares de origen serviría para desactivar las justificaciones de los violentos a su violencia.

'GRUPOS Y'

Preguntada sobre el clima de conflicto civil que se vive en las calles de Euskadi por los grupos Y de ETA, Lasagabaster quiso dejar bien claro que la juventud de Jarrai no es la del País Vasco, y señaló la complejidad del estudio de este fenómeno.

A su juicio, los responsables del MLNV no pueden, en ocasines, controlar las acciones de estos grupos violentos, ya que "dentro de ese movimiento no todo el mundo pensará igual, algunos considerarán que la utilización excesiva de estos grupos no es beneficiosa y otros que si lo piensen".

Lasagabaster enumeró, los que, a su juicio, son las principales causas de la violencia callejera: marginalidad, alto paro juvenil, edad temprana, el fenómeno GAL, y la facilidad para adoctrinar a jóvenes de 14 y 15 años, "que no tienen las ideas muy claras, y obedecen a los ue les dicen que hay luchar para liberar a su patria".

La diputada nacionalista coincidió con Juan María Atutxa en que las localidades de Oyarzún y Hernani son las zonas más peligrosas porque es donde HB tiene sus domicilios sociales y agrupa más apoyo.

A su juicio, el conflicto de la violencia juvenil debe ser estudiado no sólo desde el punto de vista policial, con la instalación de videocámaras en las calles del País Vasco, sino con medidas orientadas desde la justicia, educación y ecónomicas, e fomento de empleo.