Ambos informes están en manos del juez de a Audiencia Nacional Carlos Bueren desde hace dos semanas y no aportan pruebas sobre la identidad de los autores ni señalan la existencia de testigos de los hechos.

Sin embargo, la repentina aparición de un posible testigo, del que no se ha revelado la identidad, que pudiera aportar luz sobre el caso ha hecho al juez interrumpir sus vacaciones estivales para tomarle declaración en el curso del día de hoy.

Según fuentes policiales relacionadas con la investigación, el informe presentado por el comsario general de Policía Judicial, Enrique de Federico, vierte sospechas sobre la participación de agentes de la Guardia Civil destinados en el cuartel donostiarra de Intxaurrondo.

Mientras, el informe de la Benemérita coordinado por el general jefe de Información, Francisco Fuentes, no encuentra datos concluyentes sobre la existencia de una organización de guardias civiles coordinada desde Intxaurrondo para secuestrar a los dos activistas.

El informe de la Guardia Civil, sin embargo, no descartala posible participación en los hechos de algún miembro "incontrolado" del cuerpo que actuara a título personal.

Según las fuentes consultadas, el enfrentamiento entre Policía y Guardia Civil por este caso es "ficticio", puesto que los responsables de la investigación han trabajado coordinados en todo momento y han despachado con asiduidad con la secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles.