LASA-ZABALA. GALINDO HACE GALA DE GRANDES DOTES POETICAS DURANTE SU DECLARACION ANTE EL TRIBUNAL QUE LE JUZGA POR ASESINATO

- "Muchas veces el corazón se me dispara por muchas cosas que recordar no quisiera"

- "Los sueldos eran bajos, la vida cara, el peligro, ¿para qué hablar de él?"

- Asegura que Dorado y Bayo son dos víctimas de ETA

MADRID
SERVIMEDIA

El general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo hizo hoy gala de grandes dotes literarias y poéticas durante su declaración ante el tribunal que juzga el "caso Lasa y Zabala", al tiempo que dejó patente su férrea formación militar.

Durante su declaración, que duró casi cuatro horas y que continuará en la sesión de mañana, Rodríguez Galindo no escatimó elogios para sus subordinados, Enrique Dorado y Felipe Bayo, también procesados en la causa.

Nada más abrirsela sesión y antes de que el fiscal del caso, Jesús Santos, comenzara con el interrogatorio, el general Rodríguez Galindo pidió al presidente de la sala, Siro García, que le permitiese expresar "el dolor que siente en el corazón este viejo guardia civil por la situación tan precaria en que se encuentran los dos mejores hombres que he tenido en la lucha contra el terrorismo".

El general destacó también el esfuerzo y la entrega de sus subordinados en Guipúzcoa en la lucha contra el terrorismo: "Era un peueño grupo que no podía hacer frente a esa terrible amenaza", dijo, que sufrían la "precariedad, falta de información de aquella gente, la amenaza, el enemigo".

"Eran una treintena de hombres, y permítame que muchas veces el corazón se me dispare, por muchas cosas que recordar no quisiera, eran unos hombres entregados en cuerpo y alma", afirmó.

En referencia al poco tiempo que algunos de los guardias civiles aguantaban en la Comandancia de San Sebastián, Rodríguez Galindo explicó: "Los sueldos ern bajos, la vida cara, el peligro, ¿para qué hablar de él?".

DORADO Y BAYO

Rodríguez Galindo se comportó como un superior solidario con sus agentes. Así, manifestó: "Estos dos hombres que están a mis espaldas, señoría, son dos víctimas de ETA", dijo. "Después de dar todo lo que han dado, que se encuentren en esta situación precisamente por la lucha contra ETA... Me he interesado por ellos todo lo que he podido, y creo que ha sido poco".

También justificó los cambios de declaración de Felipe Bay, alegando que "un hombre que lleva tanto tiempo en prisión injustamente, un hombre que está intentando rehacer su vida, que tiene un hijo que casi no conoce, ¿cómo no lo va a intentar todo por conseguir la libertad?".

Rodríguez Galindo también se emocionó visiblemente cuando se refirió a los atentados perpetrados por ETA, que en aquella época recrudeció su actividad. Así, recordó el asesinato de un guardia civil que había renunciado a cambiar de destino pese a las amenazas que había recibido.

"4 horas después estaba muerto", dijo. "Y 48 horas más tarde, un civil, un panadero, muerto a la puerta de su panadería, rebotando la lluvia sobre su cuerpo desnudo, y 48 horas más tarde, un carnicero en Irún, lamido dramáticamente en solitario por su perro, ¿Cómo no recordar, señoría?".

COMBATIR AL ENEMIGO

Aseguró que durante los "terribles 16 años" en que se dedicó a la lucha antiterrosta, el año que pasó en prisión por el "caso Lasa y Zabala" "no ha sido el peor".

Asimismo, agregó que desde qu fue destinado a la Comandancia de San Sebastián empleó todos sus esfuerzos para luchar contra ETA. "Estudié con todo mi corazón, con todos los talentos que Dios me dió, al enemigo", dijo, antes de sentenciar: "No hay mejor forma de combatirlo que conocerlo".

Para negarse a contestar a las preguntas de la acusación particular, representada por el abogado Iñigo Iruin, Rodríguez Galindo argumentó: "Respeto profundamente los intereses que representa, pero en este momento, reitero que el señor Iruin es mimbro de la Mesa Nacional de HB".

Ante la intención de Iruin de responder a la afirmación de Rodríguez Galindo, el presidente de la sala, Siro García, advirtió de que "aquí no estamos en un foro de debate".

(SERVIMEDIA)
15 Dic 1999
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