La querella presentada asegura que si el caso sigue siendo tramitado por Gómez de Liaño es porque este "se ha mantenido en el sumario por medio de adoptar resoluciones claramente injustas, vulneradoras de las normas que le obligaan a apartarse del proceso".

"Esta situación -continúa la querella- acrecienta la preocupación de los justiciables, de los querellantes; pues les hace temer que se producirán en su perjucio, y de forma inmediata, graves resoluciones injustas".

Los querellantes piden además que el Tribunal Supremo tome declaración al fiscal Jesús Santos, en calidad de testigo, ya que fue este fiscal quien calificó en su día de "fuera de derecho y mala fe procesal" el intento de Argote de recusar a Gómez de Liaño,que el juez tomó como base para rechazar "de plano" la recusación.

Jorge Argote insistió en que "no se puede admitir que un juez dé por su cuenta respuesta a una recusación contra él mismo sin dar traslado al juez de instrucción al que correspondiese conocer de la recusación", en referencia a la no tramitación, por parte de Gómez de Liaño, de la recusación presentada contra el juez instructor por los mismos imputados que ahora se querellan.

Además, Argote abundó en que Mariano Gómez de Liaño, hemano del instructor, forma parte del caso Lasa-Zabala, ya que ha sido acusado de "encubridor" de los hechos investigados, y que por lo tanto el instructor no puede exonerar a su propio hermano, como ha hecho al reservarse la decisión de echar o no del proceso la acusación popular representada por José Bouzas, que es quien solicitaba que Mariano Gómez de Liaño declarara como imputado.

Finalmente, recalcó la actual situación de su defendido, Enrique Dorado Villalobos, que calificó de "patética" en compaación con la de su compañero Felipe Bayo. "Lo que está haciendo Gómez de Liaño es coaccionar a Dorado, es una tortura", puntualizó.