El acuerdo para crear un órgano de relciones estables entre ambas comunidades fue firmado por el Ejecutivo foral del dimitido Javier Otano y por el gabiente del lehendakari José Antonio Ardanza, y tuvo que ser refrendado por los parlamentos de Pamplona y Vitoria.

El regionalista Sanz anunció ayer que, dadas las diferentes interpretaciones que existen entre Navarra y la CAV sobre dicho órgano, su Gobierno acordará la próxima semana la retirada del proyecto que en la actualidad se está tramitando en el Senado. Así lo comunicará mañana el jee del Ejecutivo foral al presidente Aznar en una reunión que ambos mantendrán en Madrid.

En este sentido, el líder de Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN), Juan Cruz Alli, advirtió hoy que el Gobierno está actuando contra la voluntad mayoritaria del Parlamento foral, sobre todo por tratarse de un Ejecutivo en minoría. "Es un ejercicio de prepotencia partidista incomprensible", aseguró Alli.

Para IU, se trata de una "torpeza política" que enfrentará al Gobierno con el Parlamento, además de ue la medida introduce "crispación".

Por su parte, HB estima que UPN ha demostrado que no respeta las instituciones cuando le conviene y que la decisión del gabinete Sanz "demuestra la reaparición de las tendencias más cavernícolas, reaccionarias y cerradas del navarrismo", según dijo el parlamentario Floren Aoiz.

El secretario general de EA, Inaxio Oliveri, calificó la postura del actual Ejecutivo de Navarra de "absolutamente antidemocrática e irresponsable".

Frente a estas posturas, la miebro de la gestora del PSOE navarro, Blanca García Manzanares, indicó ayer que esperaba que el trámite del proyecto de colaboración pudiera continuarse tal y como se desarrolla en el Senado, aunque aseguró que el Gobierno tiene capacidad para demandar la devolución del texto sin contar con la opinión del Parlamento.

Aun así, García Manzanares estimó lógico que los grupos políticos de la Cámara foral pidan explicaciones al Gobierno por esta decisión.