Preguntado por este asunto en la tradicional rueda de prensa para explicar los acuerdos de gobierno de la Junta, el responsable de Comunicación del Gobierno regional señaló que, ante la situación crítica de los embalses de cabecera de Entrepeñas y Buendía, que semana tras semana están bajando, "sería más prudente reservar esa agua para abastecimiento", ya que todavía queda verano.

Lamata indicó que el Gobierno autonómico está valorando los términos en los que emprender acciones jurídicas y administrativas contra la última derivación para riego autorizada por el Consejo de Ministros, y aludió a las voces que, desde Levante, reclaman la continuidad del trasvase Tajo-Segura señalando que "las posturas del PP y del PSOE de Murcia no son nada nuevo", porque ya se conocen, igual que la del Gobierno de Castilla-La Mancha.

"La que no conocemos", enfatizó, "es la posición de la presidenta del PP de Castilla-La Mancha. No ha dicho con rotundidad que se opone al trasvase para regadío a Murcia. Siempre da la callada por respuesta o se escapa por la tangente y no es un tema menor".

Fernando Lamata recordó que "estamos en puertas" del debate en el Congreso del Estatuto de Castilla-La Mancha y de la responsable regional del PP sólo se sabe que "defiende un pacto nacional" sobre el agua, igual que el Gobierno regional y como ha propuesto el presidente Barreda, "pero hay que ver la letra pequeña de ese pacto y en esa letra pequeña, el trasvase del Tajo al Segura se tiene que acabar en 2015 y tiene que hacerlo por la puesta en marcha de los usos alternativos y las desaladoras".

Lamata también hizo referencia a los regadíos de la región, para los que se autorizó un gasto superior a 11 millones de euros, y señaló que el objetivo del Gobierno regional es llegar a conseguir que la totalidad de los regadíos de la región hagan un uso eficiente del agua, mediante riego por goteo u otras técnicas en las que el consumo del agua sea perfectamente controlable y consiga el máximo rendimiento con el mínimo consumo.

En este sentido, señaló que ahora se está en torno al 80 por ciento de eficiencia, dependiendo de las zonas y los distintos cultivos y subrayó que el objetivo es que "cada gota de agua que se utilice en Castilla-La Mancha, también las que van para regar, se haga de forma eficiente".