Tras reunirse con el presidente por espacio de hora y media, Labordeta compareció ante la prensa y explicó que "la sensación que tiene el presidente" es que detrás del ataque al establecimiento comercial de un concejal de UPN en Barañáin "no hay otra cosa que no sea un acto muy puntual".

Este encuentro se inscribe dentro de la ronda de contactos que está manteniendo el presidente del Gobierno con los grupos parlamentarios, con el objetivo de analizar la evolución del alto el fuego permanente decretado por ETA hace un mes.

Según el portavoz de CHA, los incidentes de Getxo pertenecen a "la típica cuadrilla de Euskadi que durante años ha resuelto muchas cosas violentamente, que han detenido a un colega de la cuadrilla y deciden tirar unos cócteles molotov".

Para Labordeta, lo importante ahora es acostumbrarnos a entender que tras cuarenta años de terrorismo, "en ETA hay facciones muy distintas y muchas no estarán de acuerdo" con el camino emprendido hacia el abandono de las armas. Al igual que ocurrió en Irlanda del Norte, advirtió, "mucha de esta gente no va a aceptar volver a un orden democrático".

Según el portavoz de Chunta Aragonesista, el presidente del Gobierno cree que "mucha gente de ETA sigue estando en los años 70" y hasta ahora no ha sido capaz de "asumir que este país es una democracia", como tampoco entienden que los jueces actúan de manera autónoma y no "desde el teléfono de La Moncloa".

Pese a estas dificultades, Labordeta indicó que ha encontrado al presidente del Gobierno esperanzado en el avance del proceso de paz y afrontando la situación "con serenidad y realismo".