Confirmó que el Gobierno de José María Aznar, en colaboración con los servicios jurídicos del Estado, están estudiando distintas posibilidades para tatar de impedir que la cita se produzca.

En este sentido, el Ejecutivo estudia bloquear la entrada a los miembros de la Asamblea kurda que no reúnan los requisitos legales precisos para entrar en España.

"El Estado de derecho", dijo Mayor Oreja, "tiene que aplicarse y, con la ley en la mano, el Gobierno de España no favorecerá un encuentro de estas características, sabiendo lo que este grupo representa dentro del movimiento kurdo, en el que es el ala más radical, más violenta y más terrorista de odas las posibles".

El ministro puntualizó que será el Estado de derecho y no el Ministerio del Interior el que responda en una situación que puede acabar afectando a las relaciones entre Turquía y España.

Por su parte, el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, dijo ayer en su comparecencia tras la reunión de Aznar y Borrell que la actitud de los partidos nacionalistas en este asunto es "irresponsable".

El ministro de Defensa, Eduardo Serra, también coincidió en que la reunión de la Asamblea kuda en el exilio en el Parlamento vasco tendrá "repercusiones negativas" sobre las relaciones bilaterales entre España y Turquía, pero no concretó los ámbitos que se podrían ver más afectados.