"En política internacional deberíamos haber aprendido que con asesinos consumados es muy difícil hacer acuerdos, porque los usan en su beneficio. A estas alturas, pensar que vamos a cambiar la naturaleza de Milosevic es de una inocencia que, si no costara vidas humanas, sería ridícula, pero es criminal", dijo Mendiluce a Servimedia.

En su opinión, el nuevo incumplimiento de los acuerdos por part de Milosevic conducirá a una sucesión de tiras y aflojas "en la que él hará lo que ha hecho siempre: cumplir a medias para impedir una acción internacional clara y contundente".

Añadió que las últimas semanas han sido "la última escenificación entre un maestro, Milosevic, que ha logrado atrasar el pulso durante siete meses, y unos aprendices que hemos estado mirando hacia otro lado hasta que hemos decidido plantear un pulso tardío".

Al final, concluyó Mendiluce, el vencedor ha sido el presidenteserbio, que ha evitado la intervención militar mientras cierra diarios independientes de Belgrado y siembra el terror entre la oposición de Serbia.

Por todo ello, reiteró que el respaldo a la democratización de Serbia es responsabilidad de la comunidad internacional y no se logrará hasta que Milosevic "sea colocado donde le corresponde, que es en el tribunal de crímenes de guerra para la ex Yugoslavia".