En una entrevista a la Revista de Defensa, Moreno Barberá considera que entre las razones de que este temano afectará a la afiliación voluntaria de los jóvenes a las FAS se encuentra el hecho de que no se haya establecido una relación causa-efecto entre el uranio empobrecido y los casos detectados de leucemias entre soldados del Ejército.

Sobre este particular, apunta la circunstancia de que "los jóvenes son más escépticos que personas de otras edades respecto a hipotéticos riesgos"

Moreno Barbera asegura recoger "la actitud y el sentimiento de los soldados profesionales" destinados ahora en los Balcnes que, en su opinión, "se muestran absolutamete tranquilos sobre este suceso".

En cualquier caso, preguntado sobre las dificultades actuales en materia de reclutamiento, que ya existían antes de conocerse el caso del uranio empobrecido, señala que antes de que se iniciara el proceso de profesionalización "sabíamos que no íbamos a estar exentos de ellas".

"Lo que pasa ", prosigue, "es que la bolsa de aspirantes se va vaciando poco a poco y no es sencillo recuperarla al año siguiente, aunque se vyan sumando generaciones más jóvenes".

Sobre las medidas previstas por Defensa para paliar este problema, precisa, en primer lugar, que "los indicadores de reclutamiento no son tan alamantes como para adoptar esas medidas".

No obstante, explica que "se debe avanzar en las líneas de actuación emprendidas, entre las que figuran la ampliación de las bases de reclutamiento -poniendo hincapié en el acceso de la mujer- y el establecimiento de incentivos económicos y de medidas de apoyo a la permanencia que es tan importante como la captación".