Esta rganización considera que existen suficientes indicios que muestran los efectos negativos para la población civil, los militares y el medio ambiente de las armas que contienen uranio empobrecido, por lo que entiende que es incomprensible la actitud de la OTAN.

En este sentido, destaca los efectos que este tipo de proyectiles tuvieron sobre los soldados de EEUU que participaron en la Guerra del Golfo y sobre la población civil. Ecologistas en Acción mantiene que en ambos casos se ha producido un aument notable de cánceres, especialmente de leucemias y linfomas.

Según Ecologistas en Acción, la OTAN se niega a prescindir del uranio empobrecido porque EEUU dispone de 560.000 toneladas de esta sustancia, cuya gestión es costosa y complicada, ya que se trata de un residuo radiactivo.