La declaración de Comisions señala que la represión de Milosevic contra la población albano kosovar, "ha desencadenado la intervención militar de la OTAN en Yugoslavia", pero ésta, a juicio del sindicato, se ha efectuado al margen de las Naciones Unidas, por lo que sienta "un precedente grave desde el punto de vista del Derecho Internacional, que pudiera utilizarse en el futuro para acciones unilaterales, por parte de uno o varios países, poniendo en cuestión todas las normas de la comunidad internacional".

A su juicio, "dos smanas después de iniciados los bombardeos sobre Yugoslavia, la situación de la población de Kosovo no ha hecho más que empeorar. Se trata de una inmensa tragedia, en la que numerosas personas han sido ya asesinadas por las fuerzas armadas, policiales o paramilitares serbias, entre ellas el presidente de la Asamblea de Sindicatos de Kosovo, Agim Hajrizi, mientras que el líder de la central, el compañero H. Gorani se encuentra desaparecido".