Los informes de las delegaciones de investigación de AI en Albania y Macedonia atestiguan la expulsión sistemática de sus pueblos de personas de etnia albanesa, "entre amenazas de muerte, palizs y ejecuciones por parte de la policía y los paramilitares serbios".

Amnistía Internacional cita la ejecucición sumaria de varios civiles en los pueblos de los alrededores de Izbica, durante una ofensiva serbia en la última semana de marzo. Los testigos aseguran haber recogido entre 150 y 200 cadáveres.

Aunque entre los muertos había miembros del Ejercito de Liberación de Kosovo que fallecieron durante los combates, existen indicios de que otros muchos murieron a consecuencia de ataques indisccrminados por parte de las fuerzas serbias.

En la localidad de Ljubida, la población huyó a las montañas tras ser atacado el pueblo por el Ejército yugoslavo, donde permanecieron hasta el 12 de abril. Ese día, los habitantes de Ljubida fueron rodeados por los militares serbios y 14 fueron ejecutados.

Los supervivientes fueron obligados a volver al pueblo, golpeados e insultados mientras los soldados disparaban por encima de sus cabezas. Posteriormente separaron a los hombres y a algunos les mantuviron tres días detenidos. Les robaron el dinero y los documentos de identidad y les trasladaron a la frontera con Albania.