Los manifestantes, convocados por el Movimiento contra la Intolerancia, reclamaron también el retorno de los refugiados a sus casas con plenas garantías, la entrega de los desaparecidos, la libertad de los periodistas de Telecinco Jon Sistiaga y Bernabé Domínguez y la depuración de los crímenes perpetrados por los serbios en el Tribunal Penal Internacional.

El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, denunció que el ejército, la policía y ylas fuerzas paramilitares serbias "están cometiendo un genocidio étnico que estremecerá al mundo cuando conozcamos la realidad de los campos de concentración y de las fosas comunes llenas de cadáveres, al igual que el mundo se estremeció al comprobar el resultado del horror nazi o de los jémeres camboyanos".

Ibarra declaró a Servimedia que la acogida de refugiados "debe centrarse en aquellas personas que están enfermas y que voluntariamente hayan asumido marcharse de su país". Añadió que "hay que aposar por la atención allí en Kosovo y por el retorno de los refugiados a sus casas".