A principios de este mes, la juez decidió, pese a la opinión en contra del fiscal, conceder la prisión atenuada en el domiclio a Javier de la Rosa, después de que su familia hubiese solicitado en varias ocasiones, sin resultado positivo, que el financiero saliese en libertad sin fianza, alegando que no podía hacer frente a los 5.000 millones de pesetas que la Audiencia Naciona le había impuesto como condición para salir de la cárcel.

Además, la familia de De la Rosa hacía hincapié en el deterioro que había sufrido el estado de salud del financiero catalán desde que ingresó en prisión y aseguraba que estando fuera de la cárcel puede recibir el tratamiento psicológico necesario para superar la depresión que padece.

El fiscal del caso, Salvador Viada, informó en su momento favorablemente a la prisión atenuada, llegando incluso a solicitar la práctica de dos dictámenes psquiátricos sobre la situación personal del financiero, pero después cambió de opinión, pidiendo que se mantuviera a De la Rosa en la cárcel.

Así, Viada alegó que el financiero catalán no padecía "una presión ajena a su propia situación de prisión, tendente a condicionar su voluntad o incluso a inducirle a tomar medidas que lesionen su integridad o su propia vida" y que el tratamiento psicológico que pudiera necesitar podía recibirlo en la cárcel.

De la Rosa ingresó en prisión el 15 de octubre delaño pasado, acusado de un supuesto delito de apropiación indebida de hasta 30.000 millones de pesetas procedentes de las empresas kuwaitíes, de las que era el máximo responsable en España.