García Vargas desmintió igualmente unas declaraciones efectuadas por Al Kassar en julio de 1987, cuando se le prohibió la entrada en España y afirmó que mantenía relaciones con los servicios secretos españoles.

Según el ministro, el director del CESID nunca ha tenido contactos con él, como posteriormente confesó el propio al Kassar, en una entrevista publicada por la revista Tribuna", y en la que negó este tipo de relaciones y señaló que no conocía al director del CESID.

No obstante, el titular de Defensa indicó que estos hechos no significan que el CESID no haya obtenido información sobre las actividades que presuntamente se le imputan a Al Kassar, porque la obligación de los servicios secretos es obtener datos en "círculos próximos a este señor o en otras instituciones o servicios nacionales o extranjeros, sin que ellos signifique en absoluto la existencia de relacionescon él".

Por otro lado, García Vargas rechazó que el CESID hubiera intercedido por Al Kassar ante la justicia española para conseguir su libertad provisional en el sumario que se le sigue ante el juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, por la presunta colaboración en el secuestro del buque Achille Lauro.

PERMISO DE SALIDA

También descartó que el CESID haya ejercido ninguna influencia para la concesión de un permiso de salida a Siria, que le fue otorgado por la autorida judicial a principios de 1994.

"Por el contrario", matizó, "el CESID ha colaborado con la fiscalía y con el juez instructor en todo lo que lehan solicitado y, en concreto, entregó a la fiscalía en 1992 un informe sobre las actividades del grupo Al Kassar y comunicó al juez otras informaciones aclaratorias del secuestro del buque Achille Lauro".

García Vargas compareció hoy ante la Comisión de Defensa del Congreso para contestar a varias preguntas de los grupos de oposición, entre ellas una formuada por Izquierda Unida (IU) sobre las supuestos contactos entre el CESID y Al Kassar.

El ministro explicó que la "errónea" información que vincula al Cesid con Al Kassar procede de una información contenida en una revista argentina, que relaciona a este ciudadano sirio con los servicios de información del país sudamericano, que supuestamente se vieron mezclados con problemas de clanes que traficaban con drogas.

"A partir de aquí", subrayó el ministro, "la fiabilidad de esa publicación argentina o fue nunca cuestionada y se le dio toda la veracidad que la imaginación de algunos encontraron conveniente, incluida la de un senador de los Estados Unidos".