Según estas fuentes, el bebé y su hermano gemelo murieron en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla poco después de nacer, en junio de 1973, como consecuencia de una complicación en el parto, en el que también falleció su madre. Los tres fueron enterrados en el cementerio de Lebrija.

La desaparición del bebé fue detectada por los trabajadores del cementerio cuando procedieron a desalojar el nicho y encontraron tan sólo los restos de los cuerpos de la mujer y de uno de los hermanos.

El uzgado de Lebrija ordenó la apertura de esa investigación después de la denuncia presentada por el padre del bebé, quien sospecha que puede estar todavía con vida, según su abogado, José Manuel Bejarano.

El letrado afirmó que "puede estar vivo y por ello hemos solicitado que se ponga en marcha esta investigación, aunque sabemos también que no es más que una mera conjetura que no podemos asegurar".

Bejarano agregó que "este caso no sólo afecta a una familia, sino que puede afectar al interés públio si se encuentra todavía con vida, ya que puede haber una persona por ahí con unos nombres y apellidos que no sean los suyos y que una familia lo reconozca como hijo cuando realmente no lo es".