Según informó el Sepla en un comunicado, los hechos se remontan al 17 de abril de 2001, cuando el entonces director de Operaciones de Aebal, Joaquín Garriga, decidió ponerse al mando de un vuelo de la compañía entre Madrid y La Palma.

Poco antes, otra tripulación había rechazado pilotar ese avión tras detectar durante el chequeo previo que la botella de oxígeno de emergencia de la cabina de vuelo se encontraba vacía.

El Sepla recuerda que la provisión de oxígeno de emergencia en cabina es un elemento obligatorio incluido dentro de la Lista Mínima de Equipo (MEL) del avión que operaba el vuelo, Boeing 717.

En el vuelo viabajan 107 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación, cuya vida, según el Sepla, puso en peligro el comandante Garriga, razón por la cual el Sepla decidió interponer una querella.

En un primer momento el juzgado desestimó la querella del sindicato de pilotos, que fue recurrida con éxito, por lo que mañana se vuelve a celebrar el juicio. Se trata de dilucidar si la conducta del comandante es constitutiva de una falta tipificada en la Ley Procesas de Navegación Aérea por incumplimiento de las normas de seguridad, imprudencia o no disposición de los aparatos reglamentarios del avión.