En concreto, y con el 99,14% escrutado, Junts consiguió un total de 673.349 votos, 102.810 más que en las elecciones del año 2021 y pasa de los 32 escaños a los 35. Se trata la única fuerza independentista que crece tanto en votos como en escaños, ya que ERC pierde más de 180.000 votos y 13 escaños y la CUP más de 62.000 votos y 4 parlamentarios.

Sin embargo, se vivió una noche agridulce en el Espai Jean Carrère de la localidad francesa de Argelers, desde donde Carles Puigdemont celebró todos los actos de la campaña electoral y donde estuvo siguiendo, desde las 18.00 horas junto a otros miembros del partido, la jornada electoral de este domingo.

Los ánimos no estaban muy arriba pese a volver a ser la primera fuerza independentista de Cataluña. Pese a que llegaron con buenas sensaciones y con la esperanza de vencer a las encuestas y dar la campanada, esta ilusión fue desapareciendo a medida que se iban conociendo los resultados electorales.

De hecho, el expresidente catalán y candidato de Junts+ a la Presidencia de Cataluña, Carles Puigdemont, llegó al citado pabellón sobre las 18.00 horas contento y acompañado por el secretario general del partido, Jordi Turull, y la portavoz en el Congreso de los Diputados, Miriam Nogueras, entre otros miembros del partido.

Según iba avanzando la noche, Puigdemont y su cúpula se encontraban reunidos en una sala, haciendo valoración de los resultados y preparando la intervención posterior. Cuando Junts recuperó un escaño y se puso con 36 se escuchó un tímido aplauso, una alegría efímera, ya que finalmente se lo quedó el PSC.

SUPERA A ERC

A pesar de las caras largas de los dirigentes de Junts que se desplazaron hasta Argelers, este partido consiguió algunos de sus objetivos, creció en votos y en escaños. Además, se erigió como primera fuerza independentista en Cataluña, después del desplome sufrido por ERC, que perdió 13 diputados.

Así, en la pugna que mantenían Junts y ERC por liderar el independentismo en Cataluña resultó vencedor el primero, además con una diferencia de 15 escaños. Esto no sirvió a esta formación, ya que el objetivo con el que concurrió a estas elecciones era que Puigdemont volviera a ser presidente de la Generalitat de Cataluña.

Con la amplia victoria del PSC y los malos resultados de los republicanos, Junts no podrá conseguir los apoyos suficientes para llegar a la Presidencia. Los de Puigdemont, ERC y la CUP se quedan en 59 escaños, y ni siquiera sumarían si en esta ecuación se incluyeran los 2 del partido de Silvia Orriols, Aliança Catalana, ya que les faltarían 7.

La suma del PSC y Junts sí les otorgaría mayoría absoluta, pero en campaña electoral Puigdemont ya descartó un pacto con el partido de Salvador Illa porque este no quiere un referéndum en Cataluña. Matizó que si el líder de los socialistas catalanes y ganador en estas elecciones se abre a su celebración, podría hablar con él.

NO TIRA LA TOALLA

Pese a que los partidos independentistas no suman, en su comparecencia posterior al escrutinio, Puigdemont no tiró la toalla y tendió la mano a ERC para reflexionar juntos sobre las consecuencias que conlleva la “desunión” del independentismo y se mostró en “condiciones de construir un Gobierno sólido, de obediencia netamente independentista”.

Desde Junts no tenían planificado celebrar esta noche ninguna fiesta, por ello no fletaron autobuses desde Barcelona para que simpatizantes del partido se trasladaran hasta esta localidad francesa, como sí hicieron durante toda la campaña electoral. Sin embargo, algunos de ellos decidieron ir por sus propios medios.

Fuera del pabellón, Junts habilitó un espacio que podía considerarse como una ‘fan zone’ de los partidos de fútbol en el que había dos ‘food trucks’ para que los asistentes pudieran cenar, en el que también había mesas, sillas y dos futbolines. Además, colocaron en esta zona una pantalla para que las personas que estuvieran allí pudieran vivir el recuento de las urnas.

Tras las elecciones, la incógnita ahora es saber cuándo volverá Puigdemont. Hace más de un mes confirmó que asistiría a la sesión de investidura y en distintas intervenciones posteriores lo ratificó. Añadió que acudiría fuese quien fuese el candidato en esa sesión, y también aseguró que si no se alzara con este cargo, dejaría la política.