Cataluña

Junts termina el año tensando la cuerda al Gobierno y entre amenazas de retirarle su apoyo

MADRID
SERVIMEDIA

Junts per Catalunya (Junts) terminará este año del mismo modo que lo comenzó, tensando la cuerda al Gobierno para evidenciar que no tiene una mayoría en el Congreso de los Diputados y entre amenazas de retirar su apoyo al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ya que este partido no está en Madrid para “hacer amigos”.

En enero el Gobierno se jugaba ya cosechar una de sus primeras derrotas de la legislatura. Se convalidaban en el Senado tres reales decretos y Junts tenía un papel clave en ellos. Tras negociaciones de último momento, este partido decidió no participar en la votación a cambio de pactar con el PSOE el traspaso de competencias en materia de inmigración a la Generalitat.

Con esta decisión, el Ejecutivo consiguió la aprobación de dos de esos reales decretos. Días más tardes, llegó la votación en la Cámara Baja de la proposición de ley de la amnistía. Junts ya había amenazado con votar en contra porque el texto no daba garantías suficientes y el 30 de enero cumplió con su palabra y paralizó la tramitación de esta norma un tiempo.

A partir de aquí, las votaciones de los de Carles Puigdemont hicieron que el Gobierno de Pedro Sánchez cosechase distintas derrotas en el Congreso. Por ejemplo, su abstención y la de Podemos facilitó la reprobación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el asesinato de dos guardias civiles en Barbate, Cádiz.

EXTRANJERÍA Y TECHO DE GASTO

Sin duda, las derrotas más relevantes del Gobierno este año fueron las de la reforma de la Ley de Extranjería y la de la senda de déficit, ambas iniciativas rechazadas por los votos en contra del PP y Junts. Hay que sumarle que, a última hora, los de Puigdemont también tumbaron una iniciativa de Sumar sobre limitar el alquiler de temporada y habitaciones.

Además, en el último pleno del año, PP, Vox, Junts y PNV decidieron apoyar una enmienda de los populares para poner fin al impuesto a las energéticas. A cambio de este apoyo, el partido de Alberto Núñez Feijóo apoyó las enmiendas de los independentistas catalanes sobre clubes deportivos y el IVA al 4% a los productos lácteos.

Es decir, Junts ha influido en prácticamente todas las derrotas sufridas por el Gobierno este año, ya que sus siete diputados en Madrid son claves en algunas votaciones. Este partido dejó claro desde el principio que el acuerdo con el PSOE era de investidura y no de legislatura y que no forma parte de “ningún bloque”, sino que votará en función de los intereses de Cataluña.

CUMPLIMIENTO ACUERDOS

Al mismo tiempo, a finales de 2024 se cumplió el primer año del acuerdo firmado entre el PSOE y Junts para la investidura de Sánchez. El propio Puigdemont fue el encargado de hacer balance de su cumplimiento y reconoció que no era “bueno”, por lo que instó al presidente del Gobierno a someterse a una cuestión de confianza.

Aunque la Mesa del Congreso debería haber decidido el pasado 17 de diciembre si admitía o no a trámite la proposición no de ley presentada por Junts, optó por aplazar la decisión hasta pasadas las fiestas navideñas. Puigdemont, pese a asegurar que le gusta hablar de “amenazas” al Ejecutivo, no contempla que esta iniciativa se rechacé.

De hecho, en una reciente entrevista en TV3 Puigdemont alertó de que si la Mesa la hubiera rechazado habría tenido “consecuencias irreversibles y habría llevado la legislatura al colapso”. Además, avisó de que “si no cambian las cosas no tiene sentido que continuemos dando apoyo a Pedro Sánchez”.

RELACIÓN JUNTS-ERC

A nivel autonómico, Junts también tuvo que lidiar este año con su relación con ERC, que se encuentra en su peor momento. Ambas formaciones lucharon a principios de año para ponerse la medalla de haber conseguido obligar al Gobierno a aprobar una ley de amnistía para las personas condenadas por el ‘procés’.

Su mala relación se evidencia en el Congreso, donde ambos se reprochan el sentido de sus votaciones y siguen pugnando para demostrar que son el partido que mejor defiende los intereses de los catalanes en Madrid. Las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo hicieron que Junts se convirtiera en la primera fuerza independentista de Cataluña.

Sin embargo, ERC, pese a perder 13 escaños y quedarse solo con 20, resultó tener la llave de la investidura. Las fuerzas independentistas no sumaban mayoría en el Parlament y los republicanos optaron por firmar un acuerdo con el PSC y facilitar que Illa llegara a la Presidencia de la Generalitat.

Esta decisión acabó por dinamitar del todo la relación entre Junts y ERC y el independentismo llegó dividido a la Diada de Cataluña. Estas formaciones políticas continúan compitiendo entre sí para presionar al Gobierno, especialmente de cara a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025, que aún no se ha iniciado.

APARICIÓN EN BARCELONA

Uno de los momentos más destacables de Junts de este 2024 fue la aparición de Puigdemont en Barcelona el día de la investidura de Illa. Antes del debate, se le vio caminando hacia Arc de Triomf siete años después de huir de Cataluña, desde donde realizó un breve discurso en el que aseguró que “aún seguimos aquí porque no tenemos derecho a renunciar”.

Pese a la orden de detención que recae sobre él porque aún no se le ha aplicado la amnistía, Puigdemont consiguió regresar a su domicilio en Waterloo sin ser detenido, aunque falló a su promesa de estar presente en el debate de investidura. Poco después de este día, el expresidente catalán recuperó el liderazgo de Junts al no tener rival en el congreso de Calella.

Con Puigdemont controlando el partido sin necesidad de estar a la sombra, habrá que ver qué posición toma su partido en Madrid de cara a los Presupuestos. Por el momento, ya mostraron su rechazo y están pendientes de ver qué decide la Mesa sobre la cuestión de confianza para ver si hay “consecuencias” o no.

(SERVIMEDIA)
29 Dic 2024
BMG/pai