Se trata del penúltimo paso para que Terra pase a ser Telefónica, pendiente sólo de que el próximo jueves la junta de accionistas de la tecnológica dé también el visto bueno a la fusión, algo que sucederá con total seguridad, dado que la matriz controla la mayoría del accionariado.

La operación supone la disolución sin liquidación de Terra y la transmisión de todo su patrimonio a Telefónica que, previsiblemente, procederá a sacarla de los mercados y a integrarla en su negocio de empresas, salvo en los mercados iberoamericanos, donde podría seguir operando con su actual nombre.

La Junta de Telefónica ha estado marcada por el intento de no más de una treintena de personas, ataviadas con camisetas de color naranja, de boicotear el discurso del presidente, César Alierta, si bien éste aguantó el chaparrón de gritos, pitidos y golpes en las sillas y mantuvo su discurso.

Los protagonistas de los gritos eran principalmente representantes del sindicato CGT y de la asociación Adicae (que actúa en defensa de los pequeños accionistas de Terra al entender "fraudulenta" la fusión por absorción), y también ex trabajadores de Sintel. Tanto en el turno de preguntas como en el discurso de Alierta arreciaron sus gritos, pero no consiguieron su objetivo de paralizar la Junta y sólo provocaron que algunos accionistas, molestos, abandonaran la sala.

Sobre la operación de Terra aprobada hoy por la Junta, Alierta respondió a las preguntas de los accionistas y defendió que se trata de un "procedimiento con todas las garantías legales".

Además, afirmó que "ni Telefónica ni nadie ha dejado caer el precio de Terra", como le acusan los pequeños accionistas, sino que las acciones se han movido conforme lo que ha operado el mercado.

MAS DIVIDENDO

En su discurso, César Alierta defendió el "histórico" ejercicio del Grupo Teléfonica en 2004, con una mejora del 30,6% en el beneficio neto, hasta los 2.877 millones de euros.

Con ello, la Junta aprobó el reparto de un dividendo total de 0,50 euros por título con cargo a ese ejercicio, lo que supone un 25% más que el año anterior, política que, según anunció Alierta, la empresa está dispuesta a mantener. Además, se aprobó el reparto de acciones propias en proporción de una por cada 25.

Por otra parte, destacó que la compañía está abierta a seguir creciendo como lo ha hecho hasta ahora -mediante compras, siempre que éstas sirvan para mejorar sus líneas de negocio. "Debemos considerar siempre todas las oportunidades que contribuyan a reforzar aún más nuestra escala y perfil de crecimiento a futuro", dijo.

En este sentido, subrayó que la operación de adquisición de la compañía Cesky Telecom no significa "un cambio de estrategia" ni de zona de inversiones, sino una posibilidad más de seguir creciendo con una buena operación.

Finalmente, subrayó la apuesta de la compañía por la Red IP y confió en que, en 2008, la práctica totalidad del tráfico de Telefónica de España viajará por esta red, propia de Telefónica, mientras que el 40% de los clientes de móviles utilizarán la tecnología UMTS.

Por último, destacó en la Junta la intervención de Rainer Vermehren, representante de DWS Investments, una gestora de fondos ligada al alemán Deutsche Bank, que destacó que se han convertido en un socio de referencia de Telefónica tras comprar casi 85 millones de acciones, que suponen el 1,7% del capital total de la compañía. Pidió a Alierta que se centre en los negocios actuales, sobre todo en Iberoamérica.