Según explicó el Gobierno autonómico, no se trata de imponer este nuevo tipo de jornada, y por ello, durante el mes de marzo, los secores implicados van a poder analizar y debatir sobre la jornada escolar continua, con la intención de buscar las fórmulas que permitan el respeto a los criterios de todos y la posibilidad de acceder, en igualdad de condiciones, a este tipo de jornada.

En concreto, esa nueva jornada establece, además de los correspondientes periodos lectivos, una serie de actividades que son un complemento al currículo reglado y ocupan un papel importante en la formación integral del alumnado.

"No implica una redución del tiempo escolar tradicional, sino una ampliación sustancial, ya que el alumnado podrá optar por un horario más amplio y completo: lectivo en sesión de mañana y complementario en sesión de tarde con actividades acordes a sus aficiones e intereses", explicó la Junta.

Para llevar a cabo este proyecto de jornada escolar, la Junta de Extremadura realizará un esfuerzo económico "importante", ya que supondrá, según una valoración inicial, la contratación de más de 1.000 personas para atender a unos 6.000 alumnos.

Con vistas al próximo curso escolar 2000-2001, las distintas comunidades educativas de los colegios de Extremadura podrán, en función de sus intereses y necesidades, de forma autónoma y con el apoyo mayoritario de los distintos sectores que la integran, decidir sobre el modelo más idóneo de jornada escolar a implantar en su centro.