Así lo ha comunicado a las och trabajadoras de este centro el procurador del Común de Castilla y León, Manuel García Alvarez, que ha actuado como mediador por iniciativa propia al conocer el caso.

Según estas empleadas, ya son sólo cuatro los ancianos que necesitan asistencia, puesto que el resto fueron recogidos por sus familias o trasladados a otras residencias durante el pasado fin de semana.

La Junta buscará alojamiento para estas cuatro personas, que necesitan atención especializada y cuidados médicos permanentes, si bie no se descarta el estudio de la propuesta de las trabajadoras del centro de Requejo de la Vega, que han mostrado su interés en gestionarlo y mantenerlo abierto si las instituciones prestan su apoyo económico.

Asimismo, las empleadas agradecieron la ayuda prestada y las muestras de solidaridad recibidas de los vecinos de esta localidad leonesa, que han acudido a la residencia al conocer las dificultades económicas que atravesaban ancianos y trabajadoras, ofreciendo alimentos y medicinas.

Mientrastanto, nada se sabe del paradero del ciudadano suizo Pierre Maxime Claus y su esposa, propietarios del establecimiento, que abandonaron a las empleadas el pasado día 5 sin apenas dinero y con 21 ancianos que atender.